diumenge, 29 de març del 2020

DEMOCRÀCIA S.A., segona part: el fantasma del totalitarisme invertit


El totalitarisme invertit és el concepte més interessant que presenta Sheldon S. Woldin en el seu llibre Democràcia S.A. (2008).
Primer de tot explica el que va suposar l’era Bush post atemptats de les Torres Bessones en la política nord-americana:

El otro elemento que caracterizó su gobierno (Bush) fue un entorno presidencial que incluía fanáticos ideológicos irreductibles y operadores del mundo corporativo y la industria de la opinión pública. Estos agentes estaban empeñados en ampliar los poderes del presidente, reducir el control gubernamental de la economía, ignorar la protección del medio ambiente y desmantelar los programas del bienestar social; al mismo tiempo gastaban sumas enormes en la construcción de unas fuerzas armadas cuya potencia pudiera intimidar con la mirada al “imperio del mal” haciéndolo derrumbarse exhausto, incapaz de competir, despojado de poder por el gasto militar del rivalPoc ha canviat en el mandat de D. Trump.

Però no tot comença en el govern Bush, de fet, l’autor també fa referència al que va suposar els anys de govern de Reagan i al que suposa el capitalisme en general.

El capitalismees no democrático en su estructura y en su modus operandi y antidemocrático en sus esfuerzos persistentes por destruir o debilitar los sindicatos, desalentar la legislación sobre el salario mínimo, resistirse a  las medidas de protección del medio ambiente y dominar la creación y difusión de la cultura (los medios, las fundaciones, la educación)” I de moment malauradament el capitalisme s’ha mostrat indestructible.

Els totalitarismes clàssics són obra personal dels seus creadors (Stalin, Mussolini, Hitler). “El totalitarismo invertido tiene un recorrido totalmente diferente: el líder no es el arquitecto del sistema sino un producto de él”. “El presidente se transforma y cobra dimensiones épicas. Se convierte en el comandante supremo, el líder indiscutible, la encarnación de la nación

El totalitarisme pot aparèixer quanlas élites han aceptado la democracia, pero no la han adoptado” Viure en un món amb unes democràcies dèbils com en les que estem vivint ara facilita l’aparició de totalitarisme.

La política es la lucha por obtener el control o influencia sobre las instituciones gubernamentales; podríamos llamar a esto “la visión explotadora de la política”. El objetivo de quienes la practican es defender o hacer progresar los intereses materiales o ideológicos de los que colaboran con dinero y energía y, al mismo tiempo, alegar que estos esfuerzos también sirven a los intereses de la sociedad toda.”

El totalitarismo invertido es el resultado de la aceleración de dos estrategias”:
  •  Desmantelar o reducir los programas sociales. “Los individuos deben así depender de sus propios recursos, su poder se reduce”. “Lo primordial no es la participación política sino la supervivencia”
  • “Política interna subordinada a las cuestiones militares y económicas del terrorismo, el abastecimiento de energía y la globalización
Una policía con mayores facultades, funcionarios que aprueban la ampliación de los poderes policiacos y reducen las garantías legales y políticas y una opinión pública que parece estar a favor de métodos que debilitan las garantías legales y menoscaban las instituciones cuyo rol tradicional es supervisar, controlar y alertar al pueblo sobre tendencias peligrosas en el sistema. Lo notable acerca de la opinión pública es que se autojustifica, que nunca se hace responsable

Lo que aquí está en juego es el control del espacio público y el poder de describir, desalentar, intimidar y, por último, filtrar lo que está sucediendo y lo que se está expresando en un momento en que la tecnología facilita en gran medida el filtrado

Un rasgo fundamental de todos los sistemas totalitarios es que estuvieron precedidos por un desplazamiento pronunciado de izquierda a derecha en la dinámica política”. Només pensant una mica en la realitat en què estem vivint podem comprovar que totes aquestes característiques totalitàries a les que fa referència l’autor les estem complint amb escreix.

El totalitarismo invertido marca un momento político en el que el poder corporativo se despoja finalmente de su identificación como fenómeno puramente económico, confinado principalmente al terreno de la “empresa privada”, y evoluciona hasta transformarse en una coparticipación globalizadora con el Estado: una transmutación doble, de corporación y Estado. La primera se vuelve más política, el segundo, más orientado al mercado

La antidemocracia, el predominio del ejecutivo y el dominio de la élite son elementos básicos del totalitarismo invertido… La antidemocracia alienta lo que hemos llamado “desmovilización cívica”, condicionando al electorado a entusiasmarse por períodos breves, controlando su lapso de atención y promoviendo luego la distracción o la apatía. El ritmo intenso de trabajo y los horarios de trabajo prolongados combinados con la inseguridad laboral son la fórmula para la desmovilización política, para privatizar la ciudadanía. Es una fórmula que funciona de manera indirecta. Se alienta a los ciudadanos a desconfiar de su gobierno y de los políticos; a concentrarse en sus propios intereses; a quejarse de los impuestos; a cambiar el compromiso activo por las gratificaciones simbólicas del patriotismo, la soberbia moral colectiva y la proeza militar. Sobre todo, se promueve la despolitización envolviendo a la sociedad en una atmósfera de temor colectivo y de impotencia individual: miedo a los terroristas, pérdida de puestos de trabajo, incertidumbre de los planes de jubilación, costos médicos elevadísimos y gastos de educación en ascenso… Hobbes tenía razón: cuando los ciudadanos se sienten inseguros y al mismo tiempo impulsados por aspiraciones competitivas, anhelan estabilidad política más que compromiso cívico; protección más que participación política

Estem vivint, o millor dit, patint això en viu i en directe. Ens estem convertint en simples espectadors d’aquesta evolució imparable de la nostra societat amb tots els perills que comporta.