dimarts, 15 de setembre del 2020

Viaje a la aldea del crimen


Al gener de 1933, Ramon J. Sender es desplaça a Casas Viejas per cobrir la notícia del que ha passat i enviar les seves cròniques al diari. Descriu el petit poble amb dues paraules: fam i misèria. Només se’n lliuren quatre famílies benestants que viuen en cases de pedra a prop de l’església i de la caserna de la guàrdia civil. Amb el pas del temps s’acumula odi i rancor.
Seisdedos és un veterà militant llibertari que viu en una barraca com gairebé tot el poble i que s’acaba convertint en un dels protagonistes de la revolta: Nosotros estamos hartos de pasà hambre y de resibí la limosna y de no hasé ná. Vamos a seguí el ejemplo de los compañeros de otras partes, pero sin derramá sangre”.

Gruñían los odios de una miseria secular aquí y allá”, afirma R. J. Sender.

Es revolten i aconsegueixen el domini del poble: mientras se tomaban acuerdos, nadie asaltó, ni saqueó, ni incendió. La ilusión de la tierra que iban a poseer les hacía olvidarlo todo

Però l’alegria serà molt breu, unes poques hores. El govern envia guàrdies d’assalt. Entren al poble amb l’ordre de matar. ... Es dirigeixen a la barraca de Seisdedos, la rodegen, l’assalten i la cremen amb ells a dins. Només deixen sortir al nen. Tengo órdenes rigurosas y concretas de hacer un escarmiento”.

El pueblo había enmudecido. Después de las ilusiones de la noche del día 11, todo volvía a su viejo ser. Las tierras seguirían alambradas y cercadas “para nadie”. El hambre y la desesperación, el no hacer nada y la esperanza -como único horizonte- de que el cura los convocara un día u otro -quizá mañana, siempre ese “quizá”-, para darles un bono de una peseta canjeable por sesenta céntimos de víveres; ese porvenir inmediato les aguardaba. No se veía otra cosa en los meses que faltaban hasta la siega. Las hoces esperaban clavadas en la paja de la techumbre.”

Davant de l’evident amenaça de ser afusellats son molts els que fugen pels camps i muntanyes properes. “En el pueblo todo les podía ser hostil. En el campo, un obscuro instinto les decía que todo habría de serles favorable

Va ser una veritable massacre. Mataven sense sentit a tots els homes. “Pero la razzia no había terminado aún. El pueblo estaba sumido en el horror y el espanto. Las fuerzas continuaban registrando hogares y llevándose a los jóvenes o a los viejos, según la inspiración del momento

El pueblo, después del incendio de la choza y de los fusilamientos, se había recogido en su sobresalto. Miedo y desesperación en las puertas y las ventanas cerradas, en el llanto de las mujeres y los niños”… “Una ansiedad inquieta y nerviosa recorría la aldea como el oleaje de un estanque muerto, bajo un aire de tormenta.”

Los campesinos que habían soñado durante cuarenta y ocho horas con la posesión de la tierra salían de lo hondo de las chozas con un desaliento trágico”. La il·lusió havia durat ben poc.

En las chozas,… no se atrevían a salir ni a hablar… Se nutrían del dolor y del odio, como los días anteriores de la esperanza”… “El silencio del pueblo era concentrado y hosco; pero ya no hostil. Se declaraban vencidos… Los propietarios… han triunfado, pero el triunfo no les sirve para nada. Si acaso les sirvió para salvar sus propias vidas, que, en definitiva, nadie había amenazado

La vida d’aquests ciutadans no és digna. “La que trabaja, y produce, y sufre hambre y miseria para morir al final… esa no es España. Ni sus sueños de campesinos sin tierra son la República”. La conclusió a la que s’arriba és que no hi ha cap govern que els defensi. “Las autoridades republicanas burguesas están al servicio de los viejos señores y son sus fieles esclavos. En el caso de Casas Viejas, actuaron como simples verdugos a las órdenes de los terratenientes.”. Com sempre, res havia canviat.

Ni el juez, ni el teniente coronel, ni el alcalde querían que habláramos con los presos”. Els periodistes que cobreixen els fets son pressionats pels terratinents, primer, i per la guàrdia civil després, a abandonar el poble.

La conclusió final de Ramon J. Sender és lapidària i paga la pena llegir-la en tota la seva extensió: La fuerza pública, el Gobierno, el Parlamento y la República socialista asesinan a los campesinos de Casas Viejas y confirman su sumisión ante los feudales terratenientes andaluces, que hasta producirse la tragedia fueron monárquicos y combatieron a la República, y que ahora, agradecidos por la sangrienta represión, ingresan en los partidos republicanos.

Todo el aparato de la falsa democracia republicana se ha puesto… al servicio del señor feudal, latifundista, católico y monárquico…

Menos mal que los socialistas siguen diciendo que esta es una República democrática regida por intelectuales y que desarrolla una alta política. Claro que todo eso es compatible con el contento y la satisfacción con que los terratenientes andaluces monárquicos y feudales se acercan a los partidos republicanos y a los socialistas dispuestos a colaborar con entusiasmo. Ante todo, la Patria.”

“Madrid, febrero de 1933”

Canviant una mica el text, els fets i els protagonistes, ho podríem aplicar perfectament als fets de l’1 d’octubre. Aleshores no hi va haver morts, però la repressió és i va ser igual de ferotge. Els temps no han canviat tant com a vegades ens pensem. Tant el govern de la dreta com el govern d’esquerres més progressista de la història com ells mateixos s’autoanomenen apliquen les mateixes polítiques.
Gendarmerie francesa en acció al pas fronterer de Le Pertus